Limpiadores faciales

Los limpiadores faciales de Camaleon desmaquillan y limpian en profundidad sin irritar tu piel. Desmaquillantes ideales para usar de forma individual o combinándolos para una rutina de limpieza facial en dos pasos perfecta.

Fórmulas en base aceite y en base agua respetuosas con tu piel.

Elimina el maquillaje resistente

Los desmaquillantes en base agua y en base aceite de Camaleon son los más eficaces para conseguir una piel limpia y purificada.

Para un maquillaje resistente lo más recomendable es la limpieza facial en dos pasos. Esta rutina consiste en combinar un limpiador en base oleosa con uno de base acuosa. El primer paso es emplear un limpiador en aceite que va a ayudarnos a disolver los restos de maquillaje y grasa de la piel. El segundo paso es utilizar el limpiador en base agua para dejar tu piel fresca, suave y libre de impurezas, preparada para tu tratamiento de noche.

Hidrata y purifica la piel del rostro

Un buen limpiador, sobre todo en la piel madura, nunca debe resecar nuestra piel, sino proteger la barrera cutánea con activos que nos ayuden a mantenerla hidratada y equilibrada. Los limpiadores faciales de Camaleon son formulas respetuosas y dermatológicamente testadas que limpian en profundidad en cualquier tipo de piel. 

Una piel limpia y sana es una piel con menos imperfecciones, menos rojeces, más suave y con un tono más uniforme.

La principal diferencia es que el agua micelar está compuesta por micro-micelas, es decir, pequeñas esferas limpiadoras que atraen la suciedad y la grasa como si fueran imanes, por lo que retiran las impurezas de la piel. Mientras que el limpiador funciona como un jabón produciendo espuma, sin embargo, no contiene los componentes que resecarían y deteriorarían la piel del rostro que contendría un jabón.

Lo ideal sería usar el limpiador facial una o dos veces al día, ya que según los dermatólogos y expertos, más de tres veces sería excesivo, ya que podríamos poner en peligro el equilibrio del pH de nuestra piel.

Una vez que la piel está limpia, la aplicación de los productos que vamos a poner a continuación debe ser de más ligero a más denso. Un ejemplo de rutina diaria sería aplicar el serum, después el contorno de ojos y por último, la crema hidratante.

Dependerá de la formulación de ambos productos. En el caso de nuestra agua micelar, el aclarado no es necesario, por lo que primero podemos usar el limpiador facial y después el agua micelar. De esta manera podría incluso ayudar a promover la hidratación de la piel, manteniéndola suave y tersa.